Cuando las personas nos encontramos en una situación problemática en nuestras vidas, normalmente ponemos en práctica aquellas soluciones que pensamos que pueden llegar a resolverla. Sin embargo, puede ocurrir que pese a todo el esfuerzo empleado se llegue a un punto muerto, un lugar donde se toma conciencia de que las soluciones empleadas no sirven y no se generen vías alternativas que posibiliten una solución. Entonces ha llegado el momento de recurrir a la asistencia de un profesional.
La psicoterapia es un método científicamente probado para solucionar los problemas y conseguir cambios significativos en la vida de las personas. Mediante el diálogo y el trabajo conjunto del Psicoterapeuta y el cliente, conseguimos identificar aquellos factores que están originando o manteniendo un problema, para aplicar una serie de técnicas y estrategias terapéuticas destinadas a modificar aquellos patrones emocionales, cognitivos, conductuales o interpersonales que constituyen el problema.
En cuanto al método seguido, mi terapia se enmarca dentro del enfoque sistémico, fundamentalmente en la Terapia Breve centrada en soluciones y la Terapia Estructural – Estratégica.
Estos enfoques han demostrado ser eficaces en el tratamiento de todo tipo de problemas psicológicos y relacionales en un
máximo de 12 sesiones. Las sesiones tienen una duración de aproximadamente una hora, siendo más frecuentes al inicio del tratamiento y espaciándose en el tiempo a medida que mejora la situación-problema.
Los problemas que he atendido con mayor frecuencia son:
- Terapia familiar.
- Terapia de Pareja.
- Trastornos de Ansiedad, angustia y pánico.
- Depresión y trastornos emocionales.
- Fobias y obsesiones.
- Toxicomanías y adicciones.
- Trastornos del sueño.
- Trastornos de la sexualidad.
- Duelos y crisis vitales.
- Desarrollo y crecimiento personal.
- Tratamiento psicológico del dolor y de enfermedades crónicas.
Algunos de los signos más frecuentes por el que las personas suelen acudir a la consulta del psicólogo son:
- Cuando sienten ansiedad o nerviosismo constante e incontrolable, o han sufrido ataques de pánico.
- Cuando la tristeza y la melancolía se han instalado en sus vidas, o no pueden controlar sus reacciones emocionales (llanto, ira, vergüenza…)
- Cuando se sienten desmotivados, nada los satisface o han perdido la capacidad de disfrutar de su vida; pareja, amigos, trabajo, etc.
- Cuando sienten miedos o fobias incontrolables, y esto afecta a algún aspecto importante de sus vidas.
- Cuando han perdido el control sobre el consumo de tabaco, alcohol, cannabis u otras sustancias y esto afecta a su salud o a sus relaciones con los demás.
- Cuando tienen problemas para comer, dormir o en sus relaciones sexuales antes y no consiguen solucionarlos.
- Cuando tienen problemas intestinales, dolores musculares o de cabeza que no se explican mejor por causas físicas.
- Cuando desean desarrollar sus capacidades personales para tener una vida o unas relaciones más plenas.